Decision!
El ganador fue un Sony Ericsson igualito al de mi amigo Rafael.
¿Por qué ese?
Pues porque se me antojaban dos Nokia. Uno carísimo y otro solamente caro.
Cuando me decidí a comprar el solamente caro, me vi ante la decisión de meterme a plan con el telefono gratis (well, more like free-ish), o pagar el telefono y meterlo a fichas amigo. Ahi me dolió el codo y fue cuando vi mi Ericsson.
Y entocnes la cosa más rara sucedió: Mi bolsillo me habló.
Y con voz cuasi-mesiánica, cual Moisés descendiendo del Sinaí, mi bolsillo dijo: "Comprarás el celular barato!"
Me dolió cambiar mi Nokia, pero ya veremos. Mi cell nuevo trae cámara más o menos piratita. Se supone que las puede mandar a celulares y correos electronicos (aunque como es de fichas amigo, quién sabe si Telcel no me la meta doblada y me chingue). La próxima, tal vez vuelva a Nokia si me animo a comprar uno baratón aunque se vea medio chafita.
Tan pronto como pueda voy a poner una foto de mi celular tomada con la camara del celular. (Eso sí que va a ser un reto!)
A.
3 Comments:
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5:21 PM
Albricias Albricias!!!
El nuevo celular ha emergido de la obscuridad de su caja para ver la luz en las manos de su nuevo dueño.
Admitelo, la voz de tu bolsillo tenía un mensaje subliminal entre palabras que decía: soooony soooony, jeje
saludos.
L.
7:08 AM
mejor sony que los nokia o los motorola
1:44 PM
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