Estaba trapeando y mi trapeador es una onda áspera culera que me sacó una ampolla.
No me dí cuenta que traía una ampolla hasta después de que se había reventado y a diferencia de todas las otras ampollas que me salen, en esta ocasión me quité el cuerito sin pensar. Y luego pensé, "Si sigo limpiando y algo me cae en la herida?"
Ah pues me asomé al botiquín en el baño.
Acto seguido, me puse mertiolate directamente a la herida que tiene como 5 segundos de haberle quitado el cuerito.
Dolor.
Mucho.
Estamos hablando de una cortadita nueva, fresca, pura y virginal.
Usualmente no le saco al mertiolate. Es lo primero quevoy y me pongo cuando me corto. Sólo que regularmente me lo pongo después de darme una lavadita o algo. Esta vez no me puse ni agüita, cabrón.
Ah pues me ardió. Fue un contacto directo con el sistema nervioso. Sentí fuego y luces venir de la ampollita en la base de mi pulgar. Me dolió tanto que no podía mover el pulgar. De hecho me estaba doliendo tanto que sentí que se me habían paralizado los demás dedos.
Ya cuando me dejó de doler me volví a mirar y noté que la carnita estaba medio descolorada, casi como ceviche curtido.
Para ahorita ya no me está doliendo. Una curita encima y creo que podré regresar a la limpiada.
La próxima vez que me salga una ampollita, lo primero que voy a hacer es sacar el mertiolate.
Altamente recomendable! (Y ni siquiera estoy bromeando)
A.